En el verano de 2004 viajo a Chicago, Il, en tren. Fue una pesadilla, pero conocio la ciudad de los vientos, la Magnificen Mile con todos sus shoppings exclusivos y la American Girl Collection (a veces le gustan las muniecas). Le gusto mucho el paisaje urbano, sobre todo la "skyline" de Chicago. Subio a las alturas de la torre Hancock, conocio el Milenium park (donde se lo ve departiendo con gansos) y admiro las numerosas esculturas callejeras, como el mono de Picasso, donde se hizo fotografiar, y otras de Miro. Infaltable fue el Chicago Bull, y uno de los leones del museo de arte impresionista.
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