sábado, 13 de septiembre de 2008

Astoria, Queens

"Canta, oh Musa, la colera del divino Pajaro..." Asi empieza la Iliada, y bueno, el Pajaro no va a ser menos que Aquiles.
Hoy, en su recorrido de todos los sabados, decidio irse hasta Astoria, uno de los barrios de Queens que esta mas cerca de Manhattan, a pasar un rato y a almorzar. Se preguntaran el por que de la cita del bardo griego, y es a causa de que Astoria alberga la colonial griega mas grande fuera de Grecia. Ademas, hizo coincidir su paso rasante por Poughkeepsie para recoger su correspondencia y arreglar algunos asuntos, viaje que hace cada 15 dias, con el Festival Griego de Kimisis. Ahi comio musaka, y compro spinakopita para la noche. Encantador.

Hace mucho que el Pajaro no ejercita su griego, ademas, el que aprendio es del siglo V antes de Cristo, asi que no hay modo de que pueda leer carteles, o peor, ver TV como hacian dentro de los bares y restaurantes de la zona.

Recorrio un rato el barrio, muy interesante y diverso, con griegos, por supuesto, y tambien checos. Decidio almorzar, obvio, en un restaurante griego, el Kyclades, que prometia desde su marquesina frutos de mar.


Oops! El menu tambien estaba en griego, pero como se apiadan de los comensales, era bilingue. Pidio queso griego frito como entrada, y despues, calamares fritos. En vez de traerle los tipicos aros de calamar empanizados, le trajeron tres calamares enteros, cree que asados, no estaban fritos, con una guarnicion de papas al limon. Exquisito. Se comio hasta los tentaculos! La comida griega lo puede. Y esta semana anda de parabienes.

Ah! que ganas de hacer un tour homerico! Se imaginan al Pajaro en la acropolis? Caminando por los caminos en los que anduvo Ulises, el fecundo en ardides, o el colerico Aquiles. Ademas, se comeria unos gyros... unas aceitunas...todo regado con buen vino griego, eso si, y sin olvidar la correspondiente libacion a los dioses (esos chupaban de lo lindo, pero como los griegos eran bastante vivos, cuando ofrendaban comida a los dioses los hacian contentarse con el olor del asado, no con la carne, argumentando que el olor subia al cielo y que los dioses no eran mortales, asi que no necesitaban comer, sino oler. Claro, los que inventaron la civilizacion occidental y la filosofia tal como la conocemos ahora no iban a desarrollar rituales que les complicara la vida).

Se fue a caminar un rato, y por el boulevard Ditmars llego hasta el Parque Astoria, a orillas del rio Este. El parque no es muy ancho, sino mas bien largo, como casi todos los parques que corren al lado de rios en este pais.
El parque tiene 56 acres, y numerosos caminitos como el que se ve en la foto para caminar o correr, actividad que los habitantes de la zona llevan a cabo con demasiada frecuencia, incluso con la humedad reinante. El Pajaro no corre. No le gustan mucho los ejercicios fisicos.
Aqui lo vemos posando delante del East River, con Manhattan de fondo, y el puente Triboro, tambien a sus espaldas, que debe cruzar cada vez que va a Poughkeepsie, y que le da un poco de vertigo. Es largo y demasiado transitado para su gusto. En la ciudad, sin auto es lo ideal.

Le encanta la vista de Manhattan de lejos, y se quedo un rato largo caminando y sacando fotos. Eso si, la humedad que habia (cortesia del huracan Ike que esta en estos momentos en Texas pero que hace llover por aca) era mas que importante.

En el parque se ven dos puentes, este que nos muestra es un viejo puente de ferrocarril con torres de ladrillos y se llama Hell Gate Bridge, o puente de las puertas del infierno. El Pajaro imagina -y lo dice por experiencia- que quizas se llame asi por el trafico. Los puentes que cruzan NYC son tremendos, reales puertas al infierno. Muy lindo y pintoresco.

El parque, como todo el vecindario, solia ser una especie de lugar de vacaciones para los ricos que no querian irse estado arriba, como Rockefeller y los amigos, que pasaban sus dias en Sleepy Hollow, Hyde Park, Rhinebeck, y todos esos lugares que el Pajaro conoce. Como siempre, pasaban los inviernos en la ciudad, y los veranos en lugares mas verdes, con menos cemento, mas ventilados. Mas o menos como planea hacer nuestro amigo. Pajaro de alcurnia, que le dicen!
Esta es una de las puertas del infierno. Durante el siglo XIX en Astoria hubo una importante inmigracion alemana, de hecho, ahi estaba establecida la fabrica de pianos Steinway. Con el tiempo, la inmigracion se hizo mas diversa, y ahora hay griegos, arabes, egiptos, libaneses y demas medio oriente. Todo muy entretenido e interesante. La proxima prometio ir a comer a un restaurante egipcio y pedir cerveza, ya que estos fueron los inventores de tal preciado brebaje. No tiene ni idea en que consistira el menu, pero imagina que andara mordisqueando algun pedazo de momia vieja. El Pajaro siempre dice presente a la hora de la aventura. La idea es conocer, no ir por el mundo pidiendo milanesas!
Y a la vuelta a casa, en la caminata que une la estacion de subte de la calle 82th con su departamento, se encontro con la agradable sorpresa de una feria callejera, esta vez no de los griegos, sino enteramente de latinos, con artesanias (no muchas), musica y peliculas (demasiada!) y comidas tipicas, desde choclos asados hasta jugos de fruta pasando por arepas, empanadas colombianas, etc. Todo lo que hay por el barrio.
Y asi, el Pajaro paso otro sabado en la ciudad, tan diversa y educativa. Volvera a Astoria, el barrio que vio nacer a Tony Bennet y que acogio en su infancia a Maria Callas, y esta vez, a comer con las momias!.

1 comentario:

Marcial dijo...

Se que Homero, y no el dibujo, lo puede. Y como el Pajaro es mortal, se come todo, especialmente exquisiteses de la civilizacion helenica. Siempre educativo, nos hace conocer la gastronomia y la cultura del mundo.