lunes, 16 de noviembre de 2009

Por tierras aztecas

Nuestro alado amigo se traslado esta semana hasta Hermosillo, en el valle de Sonora, Mexico, para participar de una conferencia de literatura, el XXI Coloquio Internacional de Literatura Hispanoamericana organizado por la universidad de Sonora. Como nunca hay que perder la elegancia, se traslado en limusine hasta el aeropuerto. Al menos, penso, que la parte del viaje por tierra fuera comoda, porque le esperaba una... horas y horas encerrado en dos aviones, en el largo tramo hasta Mexico DF y luego, Hermosillo.
Asi que se bajo de la limusine, y se dispuso a realizar todas las incomodas tareas que implica abordar un avion: check-in, papeles, despacho de equipaje, seguridad, esperas, etc. Eso si, llego al aeropuerto como corresponde a un pajaro de su fama.
Al fondo, el avion de AeroMexico que lo llevaria a tierras aztecas. El vuelo fue bueno, se ve que los pilotos estan acostumbrados a volar con Queztalcoatl, o al menos, en la suavidad de las alas del divino queztal.
Pensativo, aguarda ya aterrizado en el Benito Juarez, que se abran las puertas del avion para disfrutar de los aires mexicas, mejor dicho, tenochtcas.
Primera comida en Mexico: unas flautas de aeropuerto, o sea, no estaban muy ricas que digamos, pero si lo eran los frijoles que se ven en el fondo. Y comenta que no era picante la comida, como para levantar ligeramente algunos prejuicios de sus seguidores.
Llegando a Hermosillo, en el desierto de Sonora. Impresionante el desierto, y el sol! Hacia un calor tremendo, 35 grados, y nuestro amigo habia dejado una NYC nublada y con 10 grados. El cambio de temperatura lo tuvo a maltraer un buen rato.
El Pajaro nunca habia estado en un desierto, asi que fue como un debut para nuestro amigo tan viajado. El paisaje es interesante, ademas de la tremenda sequia, hay unas montañas interesantes, mucho cactus y magueyes, alguna palmera, y ya. Y el sol! Dicen que en verano-verano, alla por junio y julio, la temperatura sube hasta los 48 grados centigrados. Descanso por la noche, aunque no mucho por el famoso jetlag. El viaje duro poco mas de 11 horas, con dos aviones y tres husos horarios. A la mañana siguiente estaba (para nada rosagante) en la Universidad de Sonora, dispuesto a registrarse para la conferencia, conferencia que no prometia mucho, excepto la excusa para el viaje a Mexico. Aqui vemos a nuesrto amigo posando en el edificio de Rectoria, flanqueado de palmeras. La Universidad de Sonora, cuyo lema reza "el saber de mis hijos hara mi grandeza", fue fundada en 1942 y esta dispuesta a la manera de ciudad universitaria. Todo muy lindo, limpio y prolijo. Si no fuera por el calor...El edificio de la Escuela de Letras, donde se desarrollaria la conferencia. Muy lindo edificio. Amplio, con patio interior, bastante fresco (corria el aire, cosa no frecuente por estos lares).
La Biblioteca al fondo, por supuesto. Nuestro amigo siempre identifica las cosas que le interesan con bastante rapidez.
Se registro en la conferencia, le dieron el "paquete" con programa, bolsita, CDs, carpeta, lapicera, libros, anotador y todo, entro a la primera mesa, sobre literatura argentina (excepto dos mesas, que eran de literatura colonial, el resto era todo sobre literatura de los siglos XX y XXI) y huyo despavorido en la segunda ponencia! Asi que se fue hasta el museo de la universidad, cuyo edificio se aprecia al fondo, y donde no solo esta el museo de arqueologia, sino tambien la biblioteca central y una muy interesante libreria donde empezo el raid de compra de libros aun a sabiendas que no le entrarian en la valija de vuelta.
El museo es chico, tiene pocas piezas, y para variar, esta mal curado, pero no deja de ser interesante. Esta casi todo destinado a mostrar las pocas cosas que quedaron en la zona de la cultura Seri, que habitaba estas latitudes, y con quienes se encontro el padre Eusebio Kino en su empresa evangelizadora. Este grupo indigena era seminomade y se dedicaba a la caza y recoleccion, asi que no se encontraran monumentos y ciudades a la manera azteca o maya, e incluso habia muy pocos artefactos porque no estaban destinados a establecerse en un lugar determinado y por lo tanto, casi todo lo que producian era portatil y por ende, perecedero. Lo que si hay en la zona es muchos petroglifos. Aqui lo vemos a nuestro amigo mostrandonos generosamente uno de los mas grandes que alberga el museo, lugar en el cual lo trataron muy bien y le permitieron tomar fotos, asi que no son de contrabando esta vez. Algunas vasijas de junco para transportar alimentos. Sumamente livianas y coloridas. El museo tiene varios dioramas, bastante viejos y arruinados, y ya sabemos que a nuestro amigo no le gustan para nada, asi que evito fotografiarse en determinadas secciones.
Pero si le interesa la cartografia, asi que estuvo mirando una reproduccion enorme de un mapa colonial de la zona, donde bien se puede apreciar la geografia de la Baja California.
En la plaza que esta delante de Rectoria, se encontro con estas simpaticas calaveras, que representaban una causa para nada simpatica, y sin quererlo (bah, como siempre), se encontro en medio de una manifestacion que pedia justicia por la causa del horroroso incendio ocurrido en junio del 2008 en una guarderia infantil, en el cual murieron 42 niños. L
a manifestacion intentaba que el hecho no quedara impune, sobre todo, porque estaba inv
olucrado el gobierno.
Y tuvo que volver a la conferencia por un rato. Aqui lo vemos tomando aire en el patio interno de la Escuela de Letras, con el pasto bien cuidado, unos lindos rosales y enredaderas floridas.
En el hotel Kino descanso sus alas. Casi todo en la zona se llama Kino, debido, por supuesto, al padre Kino, quien no solo realizo una "labor incansable" como evangelizador en la zona, sino que tambien entro en controversia con los letrados de la epoca, Sor Juana Ines y el estimado don Carlos de Siguenza y Gongora.
Una esquina sonorense. Como se vera, Hermosillo es todo menos eso, es mas bien feillo. La ciudad lleva ese nombre en homenaje al general Hermosillo, quien peleo por las guerras de la independencia, ya que antes se llamaba "Santisima Trinidad del Pitic" y cambio de nombre en 1828.
Una de las cosas interesantes de la ciudad, la mas grande del estado con 700.000 habitantes, fue la promesa de una feria del libro en la plaza principal. Mas libros... y ya habia comprado unos cuantos... habra que comprar un bolso extra, como en Cuzco?
Star-Books, cafe al paso en la plaza Zaragoza, justo justo en la entrada de la feria.
Promesas borgeanas... el mundo en forma de biblioteca. Compro unas cuantas cosas (unas cuantas) y se cuido de no comprar mas. Habia de todo!
Posando delante del decimononico palacio de gobierno. Respetable por fuera, pero por dentro... unos murales horribles interrumpian de manera insospechada. Demasiado colorido.
No podia faltar la estatua del padre Kino en la plaza, quien ademas de todo lo dicho anteriormente, fue matematico, astronomo, y cartografo, e hizo el primer mapa de la Baja California.
El famoso patio de los moros en la plaza Zaragoza, con la catedral de fondo.
La catedral. Bastante... hmmm... decimononica. Medio vacia, neoclasica, en fin. Al Pajaro le gusta la cosa barroca para catedral. Y si esta llena de oro y plata, mejor.
Hospital de calzados? Curiosidades de la vida sonorense.
Otra curiosidad, un cartel que advierte la imposibilidad de entrar a un bar "en estado inconveniente" sin explicar que diablos es esto! El Pajaro siempre esta en estado inconveniente.
No podia ir a Hermosillo sin pasar por el restaurante mas famoso de la ciudad: el Xochimilco, famoso por sus carnes. Al parecer, las carnes norteñas son muy buenas, o al menos, eso dicen. Habra que probar, asi que pidio el plato unico del menu: parrillada. La "parrillada" viene acompañada de algunos ingredientes antes de que llegue la carne: salsas varias mas o menos picantes, tortillas de maiz para mojar en las salsas (las tortillas eran bien sabrosas), una ensalada de lechuga y tomate con rabanitos y pimientos, cebollas de verdeo remojadas en alguna cosa, que a nuestro amigo le caen bastante mal asi que ni las probo, y unos minusculos ajies asados que harian llorar al mas machote. De eso se mantuvo lejos. "Y como Francisco Vazquez Coronado echo a la parte del Sur y del Poniente, torciera y declinara a la parte del Norte, y se pusiera a la altura de treinta y seis grados, topara con grandes poblaciones; y si pasara los llanos de Tribola, Tiguer, Quibira y el Valle de Señora [Sonora] donde hallo la mucha cantidad de vacas, quedaran aquellas tierras pobladasa hasta el dia de hoy." (Diego de Muñoz Camargo, "Historia de Tlaxcala", 1585, p. 251)
Como bien dice la cronica, esta parte de Mexico se caracteriza por la presencia, desde la colonia, de muchas vacas, y antes de la llegada de los españoles, de bisontes. Se ve que los pastos son buenos, porque la carne lo es tambien. El Pajaro nos muestra la"parrillada": costillas, "carnitas" y chinchulines, blandisimos y exquisitos (a nuestro amigo le gustan las hachuras)Y la coyota de postre. Aca ya estaba de cama! Tanta carne... le sube la urea, se le despiertan los instintos... en fin.
Al dia siguiente tampoco fue a la conferencia -en realidad, solo aparecio a las conferencias plenarias y a las mesas de literatura colonial, el resto es para sufrir o llamar a la policia-, y siguio reconociendo las bondades de Hermosillo (que son bien pocas): se fue hasta el Museo de Sonora, actualmente instalado en la antigua penitenciaria de la ciudad, al pie del cerro Campana.
Tierra yerma por estos lares, el edificio del museo esta muy bien acondicionado y un poco mejor curado que el de la universidad, pero aun asi hay pocos artefactos y casi nada de informacion acerca de los objetos pre-colombinos que poseen. Si hay mas explicaciones acerca de la vida sonorense durante los siglos XIX y XX, pero... a quien le interesa!, Ja.
En el museo tuvo un grato encuentro con un hincha del Cruz Azul, que bien recordaba, cuando nuestro amigo acuso ciudadania leprosa, que este club habia eliminado a Rosario Central de la Copa Libertadores, cosa que nuestro amigo agradece y recuerda con cierta frecuencia.
La sala precolombina de contrbando. El Pajaro era custodiado por un tipo de sombrero blanco que lo observaba. Pero estuvo bien.
Y el viaje se acaba... cuatro dias en tierras aztecas disfrutando de la comida y la tremenda hospitalidad de la gente. Lo han tratado muy bien, y tiene muchas ganas de volver! Aunque no al desierto, sino al DF. Ya vera si se hace otra escapada. Eso si, con valija mas grande, porque tal coo preveia, los libros no entraron y tuvo que llevar unos cuantos bajo el ala.
Y asi emprendio el largo regreso a casa, dejando atras el calor del desierto y el sol, a sabiendas que encontraria un clima espantoso en NYC.
Y la ultima, desde el avion, las costas californianas. California dreaming...
Hasta la proxima!

3 comentarios:

Marcial dijo...

Como ya es un clásico, el relato y las imagines de primera.

mr nick dijo...

Caray, espero que en esa valija haya estado la vida inutil de pito perez, las batallas del desierto o cuando menos noticias del imperio. Que bien que el pajaro visite México, esperemos que alguna vez venga al Instituto Cientifico y Literario de San Luis Potosí.
Un abrazo desde otro desierto mexicano.

el pajaro dijo...

Gracias Mr. Nick por los saludos desde San Luis de Potosi, el Pajaro tiene muchas ganas de seguir recorriendo Mexico, y San Luis es uno de sus destinos deseados.