domingo, 5 de julio de 2009

Saqsaywaman y el cuy

Una vez mas, hasta Saqsaywaman. Esta vez camino por todos los senderos, eso si, siguiendo las guias porque no se puede meter en cualquier parte. El Pajaro camina por el segundo nivel de la fortaleza, o templo, los estudiosos todavia no se pusieron de acuerdo acerca de los usos y propositos de la monumental estructura, y aun siguen descubriendo a medida que siguen excavando. Prte de las rocas monumentales de Saqsaywaman fueron utilizadas durante los casi 100 años que duro la catedral del Cuzco. Las piedras fueron quitadas de su lugar original, recortadas para hacerlas mas manejables y acordes a una construccion europea (claro que todo esto fue hecho por los indigenas) y bajadas hasta la Haucaypata (Plaza de Armas) por la Calle de la Amargura, una estrechisima y excesivamente empinada callejuela que conectaba los dos lugares y en la cual murieron o se lastimaron muchisimos indios. Y lo que queda de Saqsaywaman ahi esta, mudo testigo de los tiempos.
Esta es una de las piedras fundamentales de Saqsaywaman, una de esas que si se sacan, hacen que todo colapse. Pesa alrededor de 130 toneladas, y fue arrastrada hasta ahi desde una cantera que estaba como a 2 km montaña arriba. Y cabe recordar que nuestros amigos incas no tenian rueda o animales de carga, ya que las llamas solo estan dispuestas a llevar -tienen mucha personalidad, se resisten!- 20 kg sobre sus lomos acolchados.
Impresionante, no? Y como dice uno de los amigos/cultores del Pajaro, habria que dejar de estudiar las piramides de Egipto y empezar a ver como diablos se mantienen estas piedras en pie, sin argamasa ni nada por el estilo. Eso por no hablar de como encastraban las distintas formas. Los incas sabian...
Y despues de tanto caminar por las alturas (Saqsaywaman esta a casi 4000 metros sobre el nivel del mar), el Pajaro bajo unos metros a comer. Degusto primero un pisco sour decente (no el mejor, hay que decirlo, porque estos traguitos tienen mas limon y huevo que pisco) con maiz tostado del bueno, y despues...
Despues vino el cuy! Plato tradicional cuzqueño, el cuy al horno es una delicia local. Eso si, viene preparado para las fotos (en realidad no se sabe quien posa, si el Pajaro o el cuy). Con chullo de tomate, tamalitos y rocoto relleno, eso sin olvidar del pimiento encajado en las mandibulas, el plato prometia.
El Pajaro se ve un poco azorado, pero es la primera impresion. Si se lo quiere comer con cubiertos hay que ser microcirujano, asi que hay que hacerlo con las manos nomas. Rico el bicho! Es como un chanchito en miniatura, de carne magra y con un leve gustito a salvaje. La verdad es que le gusto, pese a que no se atrevio a probarlo el viaje anterior. Esta vez anda on fire nuestro amigo, probando todo! Y que le vamos a hacer, el espiritu antropologico y en ansia del saber pueden mas.

1 comentario:

Marcial dijo...

De la roca al cuy, hay un trecho, pero el Pajaro sortea todas con pisco ademas.